En Donde Velaba a su Padre Muerto, Ahora fue Velado él EX POLICIA MUNICIPAL, BALEA Y MATA A FAUSTO WENCESLAO DIAZ SANCHEZ Recibe 2 Balazos en el Vientre que lo Llevan a la Tumba

Alrededor de las 19.30 horas, el pasado domingo 17 de enero, y después de enterrar a su padre, el señor Genaro Díaz, Fausto Wenceslao Díaz Sánchez, de 38 años de edad fue agredido con arma de fuego y que a la postre lo lleva a la tumba. El padre de Fausto, el señor Genaro Díaz fue hace tiempo comandante de Policía Municipal, quien falleció un día y medio antes por complicaciones en los pulmones.
El ex policía municipal Gilberto Gordillo Díaz apodado “El Mayonesa”, de 23 años, es el nombre del agresor (ahora asesino), quien asestó dos tiros a Fausto en la parte del estómago que le interesó órganos vitales que al final lo llevan a la tumba.
Fausto Wenceslao se encontraba ya en la casa de su padre recién inhumado, en donde llegó también su conocido y amigo Gilberto, empezaron a tomar y después discutieron. Gilberto hizo unos disparos al aire, y la madre de Gilberto le llamó fuertemente la atención y le dijo que guardara esa arma porque podía provocar alguna desgracia.
Siguieron tomando y de ahí vino la discusión con el ahora occiso de nombre Fausto Wenceslao, se hicieron de palabras y de nuevo Gilberto Gordillo sacó su arma y le disparó en el vientre a Fausto.
Personas que se encontraban cerca de la escena del atentado, avisaron telefónicamente a la policía, quienes se presentaron con Protección Civil, la Policía Estatal Preventiva y posteriormente también se presentó el licenciado Roberto Pérez, ministerio público adscrito a esta zona, quien dio fe de los hechos.
Ambulancia de Protección Civil trasladó gravemente herido a Fausto Wenceslao a la Clínica del IMSS pero ahí la opinión de los médicos, debido a la gravedad del herido fue que lo trasladarían hacia la ciudad de San Cristóbal de las Casas, en donde falleció el pasado martes 19 de enero, alrededor de las 7.50 horas y posteriormente llegan sus restos mortales el mismo martes a las 17.10 horas.
Del paradero del agresor se ignora por completo.